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Una urgente revolución fiscal
Autor: Isabel Bonig Trigueros, Presidenta del Partido Popular de la Comunitat el Valenciana
La presión impositiva que sufren los ciudadanos cada vez que gobierna la izquierda es asfixiante: ahoga el ahorro, estrangula la capacidad de consumo e impide el crecimiento de las empresas. Es por ello que la libertad que el Partido Popular lleva grabada a fuego en su programa electoral cada vez que se presenta a unas elecciones no es algo impostado sino necesario por el intervencionismo de los gobiernos de izquierda en la vida de las personas.
Vamos a acometer desde las instituciones una revolución fiscal sin precedentes, si los ciudadanos nos dan su confianza el próximo día 28, y hay cuestiones concretas que van a ayudar a que puedan mejorar su liquidez. Los tipos de acceso a la vivienda se aplicarán en función del coste de la misma: 6% para las que estén por debajo de 200.000 euros; 8% de 200.000 a un millón; y el 10% para las que cuesten más de un millón.
Hay que beneficiar al mayor número de personas posible. Y la rebaja generalizada de un 7% en el tramo autonómico del IRPF para los que cobren menos de 35.000 euros y también para las familias que tengan o adopten un hijo, especialmente a partir del tercero, persigue claramente ese objetivo.
Los ciudadanos han realizado un gran esfuerzo para salir de la crisis y no podemos exigirles más sacrificios si queremos que la rueda de la economía comience a girar con fuerza. Y para ello también vamos a dar facilidades a los autónomos con una ley que incluirá un plan de relevo generacional para que no se cierren negocios, ampliaciones de la tarifa plana o exenciones al contratar al primer trabajador. Al igual que eliminaremos el impuesto que penaliza al sector cerámico.
La coalición «sanchista» a la valenciana plantea subir esa presión en tasas e impuestos (ya esta legislatura hemos pagado 3.080 millones de euros más que hace cuatro años) y el PP propone lo contrario: menos impuestos, a través de medidas como la eliminación del impuesto de Sucesiones y Donaciones o Patrimonio porque nadie tiene que pagar dos veces por el trabajo que ha realizado toda su vida.
Es compatible rebajar la presión fiscal con mantener las arcas públicas y gestionar mejor los recursos. Si eliminamos chiringuitos superfluos que ha creado el gobierno autonómico de Puig y Oltra --que han costado más de 500 millones de euros-- ya tendremos un ahorro considerable y con el dinero en el bolsillo de los valencianos es más fácil reactivar el consumo y crear empleo.
La economía nunca ha sido el fuerte de la izquierda y lo fían todo a aumentar el gasto público gravando la economía de los ciudadanos. En el PP hemos demostrado que cuando gobernamos mejoramos el ciclo económico, y esta vez no será una excepción.
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