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Autor: Luís Martínez Fuentes, Portavoz del PP de Almassora
El 27 de marzo del 2015, el colegio Regina Violant salía a licitación pública por un importe de 6.929.490,11 euros. La adjudicación formal de las obras se efectuaba el 21 de diciembre de ese mismo año y comenzaban las obras el 28 del 2016. Siete meses más tarde, el 26 de enero del 2017, la contratista comunicaba a la Conselleria de Educación la suspensión de las obras.
Hoy, cerca de 15 meses después de aquel jarro de agua fría las respuestas siguen congeladas. El PSPV en Almassora da largas a las preguntas sobre cuándo se licitará la obra. Ni sabe, ni contesta a nuestras reiteradas consultas. Las mismas que se formula desde hace demasiados meses ya la comunidad educativa, alumnos, profesorado y familias que desean ver cómo se reanudan estas obras.
Hoy esos padres y madres se preguntan, como nos lo preguntamos nosotros, si el alquiler de las aulas prefabricadas no está costando dinero extra a la Conselleria de Educación. Si la paralización de la obra no habrá afectado a la estructura y se deberá incrementar el presupuesto. Si el proyecto que se ha de redactar para licitar la obra no está generando gastos. Y si no hubiera sido más rápido llegar a una mediación entre las partes. Los dos partidos que gobiernan Almassora, PSPV y Compromís, parecen estar más ocupados en defender las posturas de sus colegas en el Consell que en apoyar a las familias. Ahora ya no se reclama la visita del conseller de Educación a Almassora para que dé explicaciones a los padres y madres. Las que les niega a las reiteradas cartas certificadas que envía la AMPA. La construcción del colegio Regina Violant es una obligación de todos los que tenemos responsabilidades políticas. No valen siglas ni partidos, solo el compromiso firme de trabajar por la ejecución de un centro educativo que no debería sufrir más retrasos.
La opacidad y el bloqueo al que nos tienen acostumbrados los dos ayuntamientos dista mucho de aquella pretendida transparencia y participación que garantizaron cuando se repartieron los despachos. Son los mismos que en noviembre del 2015 nos impusieron una subida del 15% de la basura; los mismos que ya han anunciado su intención de mantener el tasazo en el 2019; son los que cobran a una entidad deportiva, Animals de Monte, por utilizar el salón de actos de la Casa de la Cultura; los que pagan dos carpas, una para cada partido, a costa del bolsillo de los vecinos de Almassora; los que se gastan más de 1.300 euros en una actuación a la que acuden 15 personas; los que mantienen abandonada a una playa a la que garantizaron llevarían inversión y desarrollo a través de un plan integral inexistente; son los mismos que mantienen bloqueada la pantalla verde del Serrallo, antaño urgente y prioritaria; los que siguen sin derribar el edificio 167 que ahora sí está deshabitado... Son los mismos que dijeron una cosa y hacen otra bien distinta.
Deseamos que PSPV y Compromís aparquen sus diferencias internas. Queremos que Almassora avance, que el colegio Regina Violant se construya y que quienes han sido incapaces de dar soluciones a 15 meses de parálisis den un paso al frente y trabajen. Aunque solo sea porque en un año vienen elecciones.
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