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Autor: Beatríz Gascó Enríquez, Diputada autonómica PP de Castellón
Llevamos ya tres años escuchando a Puig y Oltra diciendo que representan al gobierno del cambio y miren, por una vez y sin que sirva de precedentes, voy a estar de acuerdo con ellos. Han puesto a la Comunitat Valenciana patas arriba; dijeron que iban a cambiar y lo han hecho, lo que no nos dijeron, es que el cambio iba a ser para peor, para mucho peor. Y hablando de cambios el último, como no, se ha dado en educación. Marzà ha decidido que hay que impartir la asignatura de islam en colegios de la Comunitat Valenciana. La noticia ha sido un clamor, han mostrado su rechazo familias, docentes, inspectores, equipos directivos, alcaldes... Y era previsible, porque cuando se hace algo por sectarismo, sin dialogar y sin consensuarlo con nadie, el desastre está garantizado.
Desde el Partido Popular hemos manifestado nuestro rechazo a esta nueva ocurrencia y hemos exigido su retirada inmediata por tres razones. En primer lugar por las formas, porque, como ya he comentado, se ha hecho por imposición, sin ningún diálogo, sin tener en cuenta a nadie. La segunda razón por la que nos oponemos es porque pedagógicamente, lejos de ser una medida seria que garantice la integración, estamos ante una chapuza improvisada que solo va a generar guetos. Y en tercer lugar nos ha parecido sorprendente la opacidad con la que se ha gestionado este asunto: sin una orden que lo regule, sin una resolución o unas instrucciones. No dan nada por escrito para poder hacer y deshacer a su antojo ¡Es que esto no es un gobierno serio, son la pandilla merendilla! Pero hablando de opacidad y falta de trasparencia, lo más grave, es que anuncien esta medida una vez finalizado el proceso de escolarización, una vez las familias ya no pueden hacer nada.
Hay colegios que se van a convertir en centros de referencia islámicos y las familias no tienen más remedio que comérselo con patatas fritas, les guste o no. Y más dudas que me surgen por la falta de claridad ¿Por qué en el Alto Palancia? ¿Pero qué manía le tiene el conseller a esta zona? ¿Por qué les impone una medida que nadie ha solicitado? Espero que no sea una forma de venganza por tratarse de una zona castellano-parlante y les someta a este maltrato constante por estar en las antípodas de su ideario catalanista.
Cuesta entender como la izquierda, después de estar tantos años en contra de que se imparta la asignatura de religión, cuando nuestras raíces, mal que les pese, provienen del humanismo cristiano, ahora nos impongan con calzador el islam. Fuera crucifijos, fuera belenes, ya no se celebra la Navidad si no el solsticio de invierno. En cambio ¿Tendremos que acabar hablando árabe? ¿Habrá que llevar velo? ¿Tendremos menús halal?
Espero que por el bien de todos no implanten esta medida. Si quieren hacer algo que apliquen la ley socialista del 92 en la que se aprueba el acuerdo de cooperación del Estado con la Comisión Islámica en España. Que gobiernen con rigor y que dejen de poner en marcha medidas que nadie pide y que solo generan polémica, enfrentamiento y tensión en el sistema educativo valenciano. No dejarán de sorprenderme los nuevos tiempos.
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