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Escocia V. Cataluña
Autor: Manuel Altava Lavall, Portavoz de Justicia del PP en el Senado
El Reino Unido comprende a Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte, Gibraltar no, y lo dejamos para otro día, así como las Malvinas. La tradición y la leyenda combinadas durante cientos de años conformaron un nacionalismo escocés que, como un notable poso, pervive en una Escocia integrada en Gran Bretaña desde hace ya mucho.
Allá por 1297, tras la invasión de Escocia por los ingleses un año antes, las tropas del Rey Eduardo I fueron arrasadas por las que mandaba William Wallace, un militarizado héroe predestinado a ingresar en el clero que se rebeló contra los ingleses y sacudió el espíritu y el orgullo escoceses. Un año después, en una batalla épica, los hombres de Wallace fueron derrotados y los ingleses persiguieron al rebelde durante años. Unos traidores le vendieron en 1305 y le entregaron al enemigo, quien lo ejecutó públicamente de forma tan cruel como sus captores fueron capaces, llegando la leyenda de su arrojo y valentía hasta nuestros días. Hasta 1707 Escocia fue independiente, uniéndose en esa fecha mediante la ley de la Unión en Gran Bretaña, no acabando ahí sus rencillas y desavenencias.
Durante más de mil años, escoceses e ingleses han sido unos vecinos de difícil convivencia, envueltos en innumerables guerras. Pues con todo, el pasado miércoles 24 volvieron a reafirmar que quieren seguir viviendo juntos.
Desde Escocia, y mucha historia real tiene para contar, se nos ha dicho que no son estos los tiempos de reinos pequeños ni de las repúblicas provinciales. Es la era de saber idiomas, el intercambio de alumnos universitarios, los viajes baratos y la multiculturalidad.
Occidente es muy extenso y el futuro de la alianza entre USA y la UE apunta claramente a conformar un solo bloque al estilo de lo que hoy ya –casi- es Europa con sus cuatro libertades de personas, mercancías, servicios y capitales.
Hoy desde Cataluña, el presidente de su comunidad, el Sr. Mas, sin base histórica ni fundamento jurídico alguno (sirvan como ejemplos, la Corona de Aragón y la Constitución española) nos plantea al resto de ciudadanos españoles un secesionismo, al servicio de ERC, condenado al fracaso. Si ustedes recuerdan, el llamado Plan Ibarretxe planteaba igual que el Plan Mas una consulta en el País Vasco que fue tumbada en el Congreso de los Diputados. El rechazo provocó un adelanto de elecciones que redundó en una crisis en el seno del propio PNV que rechazaba el totalitarismo de Ibarretxe frente a EA.
El referéndum que se quiere plantear al socaire de la ley de consultas populares catalanas es contrario a la ley y a la Constitución donde Mas y Junqueras están tratando de suplantar la voluntad de los catalanes y el derecho de todos los españoles faltando a la verdad cuando esta medida choca frontalmente con el principio básico de la Constitución: la indisoluble unidad de la nación española. La minoría rupturista está sola frente a la unidad de todos los españoles y los que amenazan contra la convivencia democrática no tienen la mayoría suficiente ni siquiera para reformar el Estatut de Cataluña.
Quizá lo que pretende el todavía Molt Honorable es hablar de cuestiones que sólo interesan a él y pocos más habida cuenta que es el presidente autonómico con menor apoyo electoral en toda España y se aleja cada vez más de su propio electorado.
Por ello, se ha de decir una vez más que Mas no conseguirá cortar los lazos afectivos que nos unen y en este momento necesitado de certezas son lamentables todas las iniciativas que pretenden fracturar la sociedad, alientan la división y generan incertidumbres.
El president Mas debería recordar la responsabilidad y compromiso que adquirió cuando prometió su cargo, también de respetar la Constitución. Pero, si así no fuera, el gobierno de Mariano Rajoy no cederá sobre lo que es una cuestión que afecta a los derechos que son de todos los españoles.
Y, también desde la Unión Europea a través del presidente del Consejo Europeo se le ha respondido que romper con España es romper con la UE ya que los tratados de la UE solo se aplican a los Estados miembros, por lo que Cataluña quedaría fuera de los tratados en el momento de la ruptura. Wallace es héroe escocés cuya memoria se puede admirar.
Hay que aprender de los grandes porque son inusuales, hay pocos. Emularlos no es rescatar espíritus y acciones que hoy ni necesitamos ni nos favorecen. Aprender su valor es quitarnos las telarañas y ampliar las estancias y las mentes. La historia de España es una tradición de éxito y queremos seguir siendo protagonistas de esta leyenda donde ahora ya se evidencia que España es uno de los mejores países del mundo: sólo cuatro han crecido más que España en cincuenta años. D. Quijote ya tuvimos uno y mundialmente famoso. Hoy día se exige de los políticos que no estén en quimeras novelescas y resuelvan las auténticas necesidades de sus ciudadanos y Cataluña no puede quedarse descolgada de la recuperación económica por culpa de la irresponsabilidad de sus dirigentes.
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