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El ‘BASURAZO’ de Sánchez
Autor: Begoña Carrasco García, Alcaldesa del Excmo. Ayuntamiento de Castellón
No, los castellonenses no merecen pagar el basurazo de Sánchez. La decisión del equipo del presidente del Gobierno de España va a hacer que las familias, los autónomos y las pymes y empresas de nuestra ciudad acaben pagando los platos rotos de una decisión que va a suponer un aumento desmesurado del recibo de la basura. Y no es justo.
No lo es porque en la práctica, los castellonenses van a pagar casi el doble en el recibo de la basura por un servicio que ya estaban recibiendo. Y es que la decisión del Gobierno de Pedro Sánchezes solo eso: puro afán recaudatorio, además de injerir una vez más en la autonomía local de los ayuntamientos, a los que despoja de nuestras competencias y decide por nosotros. Autoritarismo fiscal ni más ni menos. De ahí que el equipo de gobierno de la capital de la Plana hayamos aprobado una batería de bonificaciones y exenciones fiscales para amortiguar y minimizar, en la medida de lo posible, y siempre al nivel máximo de lo que permite la ley, las consecuencias de un tasazo que acatamos, porque así nos lo exige la ley, pero que desde luego no compartimos ni queremos para los castellonenses.
Vamos por partes. El origen del basurazo hay que buscarlo en ley 7/2022, de 8 de abril, sobre residuos y suelos contaminados para una economía circular. Es la vía que ha elegido el Gobierno nacional de llevar a cabo las trasposición de una directiva europea que era una recomendación, y que aquí en España, se ha convertido en imposición, gracias a los votos del PSOE y de todos sus socios en el gobierno, y en la que el Partido Popular votó en contra.
Mazazo
La inoportuna medida, que llega después de meses de alzas de costes de la energía, del transporte, de la cesta de la compra… se traduce en un nuevo mazazo para las economías familiares y en las cuentas de resultados de emprendedores y la industria. Y lo es porque esa ley supone que los ayuntamientos ya no podrán compensar con sus ingresos globales parte del coste del servicio de recogida y tratamiento de las basuras, como venía ocurriendo hasta la fecha. Las cifras hablan por sí solas. El coste de la recogida y tratamiento de residuos en Castellón de la Plana es de 22 millones de euros, pero el Ayuntamiento solo recauda a través de los recibos 10,9 millones. Esa diferencia de 11 millones de euros es la que la ley de Sánchez va a obligar a que salga del bolsillo de los vecinos. Es decir, que las viviendas que ahora mismo pagaban 92,10 euros en el recibo en 2024, pasarán a pagar 165,78 euros en 2025; los que abonaban 96,71 euros pagarán el año próximo 193,42 euros; y a quienes el servicio les costaba 101,31 euros, ahora será de 202,62 euros. Sencillamente, una barbaridad.
Una barbaridad
Como alcaldesa de Castellón, ya les digo que estoy rotundamente en contra de dicha tasa de la basura. Es más, este basurazo es una auténtica barbaridad. Ni mejora el servicio, ni aporta ventajas a los ciudadanos, ni respeta la autonomía local de los ayuntamientos, que ya veníamos cubriendo ese déficit sin que a los ciudadanos les repercutiera en sus economías domésticas. Si lo aplicamos es porque no tenemos alternativa. Ni Castellón ni ninguno de los ayuntamientos de España. Todos nos encontramos en la misma situación.
Pero no hay alternativa. Sánchez decide… e impone. Y con su ley, a los ciudadanos solo nos queda acatar. Por eso, en el margen de nuestras competencias, sí que hemos puesto en marcha una serie de medidas, las máximas que permite la ley, para bonificar y paliar, aunque sea en parte, el tasazo. Las familias numerosas verán reducida su tasa en un 60%. También las personas que reciclen y que visiten el ecoparque municipal podrán ver reducida su tarifa entre un 30% y un 50%, según los casos. Además, a quienes domicilien sus recibos, notarán una bajada del recibo en un 3%, mientras que las familias más vulnerables podrán tendrán una cuota súperreducida de hasta el 90%, así como las familias con algún miembro en situación de dependencia, discapacidad o las monoparentales.
Estas bonificaciones y exenciones en la tasa de basura se suman a otras que, fruto de nuestra política de bajar impuestos, ya tenemos programadas: el IBI bajará otro 2%, las terrazas de la hostelería no pagarán un año más su tasa, rebajamos todavía más los tipos de las plusvalías y el impuesto de circulación bajará un 3% en 2025. En total, serán más de 7 millones de euros los que los castellonenses van a ahorrarse en sus próximos recibos. Un dinero que sí se quedará en sus bolsillos, que es donde mejor está.
Aun así, el daño ya está hecho. Y los castellonenses deberán asumir un basurazo en 2025 que, a nadie se le olvide, tiene nombres y apellidos.
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