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Bona terra, bona gent
Autor: Javier Moliner Gargallo, Presidente de la Diputación de Castellón
Hay un precioso cuento de Navidad de Charles Dickens, traducido con el título de Las campanas que sigue la estela del conocido Cuento de Navidad y que vuelve a tener las fiestas navideñas como protagonistas. El escritor inglés quiso recuperar las tradiciones de la Navidad más ancestral en una época en la que la Revolución Industrial y el avance de las ciudades parecía imparable.
Para ello recurrió a los valores universales y expuso a sus personajes a la realidad del ser humano: la finitud como eje central de la existencia. En esta breve novela, el personaje principal, Trotty, vive una mágica experiencia que coincide con las últimas campanadas del año y, cada vez que tañen los carrillones puede ver su pasado e, incluso, el mal futuro que le espera si no actúa y cambia su conducta.
La Navidad nos hace hacer un balance de lo vivido en el último año, eso es cierto, pero también nos enfrenta al pasado inmediato y, por supuesto, nos mueve a fijarnos retos para el próximo año. Cada Navidad nos hace más mortales y tomamos contacto con el paso del tiempo.
Tomando el ejemplo de Dickens, es bueno mirar hacia atrás para saber dónde estamos, cómo hemos llegado y a dónde queremos ir. Es algo fundamental para cualquiera que tenga vocación de servicio público y tenga un proyecto para su tierra, como lo tenemos en la Diputación de Castellón.
Y si comparamos, hemos conseguido que Castellón sea la tierra en la que pasan las cosas buenas. En ocho años hemos conseguido que el Gobierno Provincial cambie drásticamente en su imagen reputacional. Con esfuerzo, entrega y vocación público hemos conseguido que cada vez la Diputación sea más una institución útil, decente, limpia y dispuesta a sumar.
No es casualidad que cada vez sea mejor valorada por los castelloneses. Y no es casualidad que sea un proyecto compartido y que hayamos conseguido generar un legítimo sentimiento de orgullo de pertenecer a Castellón. Estamos avanzando en el camino correcto.
Aplicando un estricto modelo basado en el liberalismo, hemos pensado que los protagonistas de esta provincia deben ser aquellos que hacen cosas magníficas por ella. Hemos identificado que la despoblación, por ejemplo, es nuestra principal debilidad y hemos redoblado esfuerzos para mitigarla, para darle la vuelta.
Hemos conseguido que Castellón, ruta de sabor sea un referente nacional de nuestros tesoros. Que el Gobierno provincial sea un ejemplo de gestión eficaz, que se haya logrado la deuda cero con los bancos y que sea una institución que acude en ayuda de los 135 municipios de la provincia siempre que lo necesiten. Y todo ello sin renunciar a nuestro pasado, soñando a lo grande para lograr el futuro que merece Castellón. Como en la novela de Dickens, somos conscientes de que lo de hoy hagamos dependerá nuestro futuro.
Nuestro Gobierno provincial es patrimonio. Es deporte. Es cultura. Es oportunidades económicas. Es orgullo de Castellón. Es, como tanto nos gusta decir, bona gent. Bon Nadal a tots i totes.
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